Por Milagros Socorro.-Los técnicos del Archivo Fotografía Urbana calculan que esta imagen data de 1902. Pero el envés de la imagen no lo especifica. Más aún, se limita a poner: Overlooking Caracas, the Capital of Venezuela. S.A. (Vista cenital de Caracas, capital de Venezuela. Sur América). Y delante agrega: “La tierra donde siempre es verano”.
Es una panorámica de Caracas de principios de siglo, donde destaca la Iglesia de Pagüita o Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Pagüita, proyectada por Juan Hurtado Manrique e inaugurada en 1885.
El caraqueño Juan Hurtado Manrique era arquitecto graduado en la Universidad Central de Venezuela y, como había participado en combates en la Guerra Federal, también era general. Es el autor de muchos importantes edificios de la época de Guzmán Blanco, como el Templo Masónico de Caracas, la iglesia de Santa Ana-Santa Teresa, así como la fachada norte del antiguo edificio de la Universidad (actual Palacio de las Academias), entre otros. Tal como documenta el Diccionario de Historia de Venezuela de Polar, Hurtado Manrique trabajó durante 1884 y 85 en esta capilla, que en esta foto está vista desde El Calvario. Se aprecia El Polvorín al fondo y el puente sobre la quebrada en primer plano. Las casas corresponden al Manicomio, El Polvorín y parte de La Pastora.
Además del encantador paisaje, es muy relevante la técnica de la imagen. Se trata de fotografía estereoscópica (que crea la ilusión de profundidad a partir de una imagen bidimensional, gracias a un visor específico o estereoscopio), de la firma estadounidense Keystone View Company, que era una importante distribuidora de imágenes estereográficas con sede en Meadville, Pennsylvania.
La Keystone View Company fue fundada en 1892 por B. L. Singley (en algunas fuentes se lo alude como Benjamin Lloyd Singley, Benneville Lloyd Singley o B. Lloyd Singley) Pennsylvania, 1864 – 1938. Singley era un fotógrafo aficionado que comenzó su negocio con la venta de diapositivas de vidrio que recogían vistas de interés local. Muy pronto, las laminillas se convertirían en una forma popular de entretenimiento y la compañía creció hasta acumular 50.000 imágenes. De hecho, la Keystone llegó a ser una de las grandes editoras de imágenes estereoscópicas en los Estados Unidos, que podían comprarse al detal o en “libro”, más bien, una caja con forma similar a un libro, de 50, 100 o 200 imágenes, que solía ofrecerse como recurso educativo. La compañía fue pionera en la venta de este tipo de material, que podía incluir linternas y visores, a escuelas y bibliotecas.
Parejas estereoscópicas. Las estereografías están formadas por dos imágenes puestas una al lado de la otra, y habitualmente eran producidas con cámaras que tenían dos lentes. Representan sendas perspectivas del mismo objeto, con una pequeña desviación en el encuadre. Un truquito muy parecido a lo que ocurre de forma natural en los ojos, cada uno de los cuales percibe diferente información. En el respaldo solían incluir información acerca de las imágenes y, ocasionalmente, poesías.
Entre 1892 y 1963, la Keystone View Company produjo miles de imágenes de personas y lugares de los Estados Unidos, especialmente, pero en realidad de todo el mundo. Estaban concebidas para tener un interés histórico, social, cultural y geográfico. Y, de hecho, producían furor. La posibilidad de ver lugares lejanos con sensaciones tridimensionales convirtieron estas tarjetas en un medio de entretenimiento muy popular desde finales de 1880. Y alcanzaron la cumbre de popularidad en la primera década del siglo XX.
El casar estereoscópico, al gelatinobromuro, montado sobre gruesas cartulinas curvas, se comercializó a lo largo de seis décadas en varias colecciones. La más conocida es la Stereographic Library. Tour of the World, compuesta por 1200 cartulinas numeradas y agrupadas en volúmenes con forma de libro. De ese catálogo es la foto que ilustra esta nota.
En 1906, se publicó la Keystone Steroscopic Encyclopaedia, con 600 imágenes, acerca de “geografía y pueblos de todas las latitudes”. Allí puede verse paisajes, escenas rurales, parajes urbanos, edificios, gente, la flora y la fauna de prácticamente el planeta entero, instalaciones industriales e históricos, hombres de Estado, inventores, vendedores de toda clase de cosas… en fin, el mundo.
Para el momento en que la Keystone llega a Venezuela para captar estampas, ya Singley había contratado un ejército de fotógrafos. No sabemos cómo se llamaban los que vinieron. Y ciertamente, se ignora quién hizo esta de la iglesia de Pagüita en medio de una espléndida loma. El Archivo Fotografía Urbana no es la única institución que tiene una copia de esta foto. Algunos coleccionistas privados guardan tarjetas estereoscópicas de Caracas, incluyendo esta misma. Y también está en el catálogo de la Keystone-Nash Collection, buena parte de la cual puede verse en la página web OAC (Online Archive of California), donde están disponibles 62 estereografías de Venezuela.
Pocos años antes de su muerte, acaecida en 1938, Singley se fue deslizando hacia la locura. Antes de que fuera evidente que había perdido la razón, ordenó a unos trabajadores de la Keystone que consiguieran unas martillos. Una vez armados, los envió a las bóvedas donde se atesoraban los negativos de las estereográficas con instrucciones de que los destrozaran. Y los trabajadores se pusieron manos a la obra. Hasta que alguien detuvo aquel desastre. De dos millones de negativos, se salvaron unos 200.000. El 90% que quedó reducido a añicos contenía uno de los registros fotográficos más inusuales de finales del siglo 19 y principios del 20.
Los 200.000 negativos (así como gran número de impresiones de prueba) que sobrevivieron están asegurados bajo tierra en los https://elarchivo.org/wp-content/uploads/2022/07/037929.jpgvos a prueba de terremotos del Museo de Fotografía de California.