Que la vida se escape
en anotar
el inventario de una tienda:
12 cajas de botones,
3 embalajes para lámparas de cristal.
Una caja con 10 sombreros,
5 estuches con pañuelos de hilo blanco.
Aunque la semana tenga
siete días
siempre almuerzo puntualmente
a las 12 pm:
Es una fatalidad elegante,
o una distinguida tragedia.
Hay demasiada hambre
allá afuera
que no termina la mañana como yo
frente a una jaula
de flamantes turpiales de vidrio:
tres aves por jaula: 1, 2,3.
De China llegó una colección de bibelouri,
en porcelana barata:
entre ellos un Buda
con una caña de bambú
que ha sacado una carpa del riachuelo.
La seda
ofrece su doblez a las manos
como una forma
de simplificar la historia.
La dinastía Tang ocupa un biombo
de tres hojas:
un paraban en plástico nacarado:
y eso que entonces
para ser funcionario debías escribir
un buen poema.
–Así me han dicho–.
Paso las horas
en la eterna cuenta
de mi genealogía.
***
Pueden leer acá «Álbum de familia: la experiencia curatorial del poeta», donde Lucía Jiménez introduce esta nueva serie de Igor Barreto.
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