Descubrir galaxias
elevadas e íntimas.
La primera
que sea circular,
parecida
a un cuenco
para rotar y conocer
lo que nos rodea.
También habrá
galaxias
semejantes
a espirales:
hay que dejarse
ir
sin oponer fuerza al remolino.
Por último
aparecerá alguna
en forma
de esfera…
y quedaremos
flotando
en su interior incomprensible
porque «aquello» somos.
Sus colores simbolizan
el apremiante regalo:
el rojo cinabrio,
el azul cobalto.
Estos
harán un giro
como cintas de revelación y deseo.
Ahí podría estar
el sentido
de todas las galaxias:
solo
en ese punto
Nido
Hacer nido en nuestro sexo
con formas de galaxias
elevadas e íntimas.
El primero
que sea circular
con un eje que coincida
con los cuerpos
desperezándose.
Buscaré tu placentero cuenco
girando y conociendo
lo que nos rodea.
Luego las sabanas serán
una espiral
de centro profundo.
Nos dejaremos ir
sin oponer fuerza
al remolino
aceptando la naturaleza
de cada órgano.
Por último
nuestro lecho
semejará el dibujo de una esfera:
porque «eso» y solo «aquello»
somos,
suspendidos
en lo realmente propio,
sin entender muy bien porqué.
Los colores
serán
el último
y apremiante regalo:
el rojo cinabrio de tus aberturas
el naranja de tus vellos
el azul cobalto
qué imagino en la oscuridad.
Haremos giros como cintas
de revelación y deseo:
ese es el sentido del nido
la gracia
de «llegar»
juntos
y solo así
en ese momento.
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