Bagatela: Sobrevivencia

Fecha de publicación: octubre 26, 2023

Debo decir que llegaron como pareja a mi oficina. El marido era un hombre previsible. Ella me agradó con su falda ceñida y el rostro maquillado como una máscara sobre otra máscara… Su ajetreo de entradas y salidas derribó los muros de mi vida privada.

Qué escrupulosos trabajaban organizando los archivos de clientes. Yo decidí ascender al esposo para que estuviera ocupado mientras complacía los caprichos de su mujer invitándola a cenar o regalándole perfumes.

Ella le argumentaba al marido sin pudor: —Tienes razón, él me hace regalos, pero los utilizo cuando estoy contigo.

Eran parlamentos dichos en el proskenion de un teatro conveniente.

Tuve la impresión de que entre nosotros estaba ocurriendo un acercamiento inquietante; yo hacía cualquier cosa con tal de retenerla. Tenía unos senos bíblicos, por aquello de las cabritas en el Cantar de los cantares.

Recuerdo cómo ascendieron rutilantes llegando a duplicar sus salarios. Resultaba difícil pensar que no eran pareja, sino simplemente conocidos que habían planificado una forma curiosa de sobrevivencia: un acuerdo astuto, una trampa para animales.

El trampero camuflaba la jaula para que la puerta de barrotes se cerrara en el momento menos esperado, y te convirtieras en un ser indefenso.

Sus rostros expresaban regocijo guardando todo lo que obtenían. Un jueves cualquiera se disolvieron en el aire acondicionado sin que pudiera darme cuenta: ¿cuándo aconteció ese mínimo instante? Tal vez ocurriría algún encuentro, con «otro», parecido a mí.

***

***

Lea también el post en el portal de Prodavinci.

Etiquetas:

COMPARTE:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Email