Filadelfia, Estados Unidos, 1968
Artista visual y gestora cultural venezolana. Diana López fue la primera mujer en recibir el premio Eugenio Mendoza para jóvenes artistas en 1994. Su trabajo ha desarrollado una estética que traspasa constantemente los límites entre la fotografía y el video-arte, entre las instalaciones y el performance, caracterizado especialmente por piezas colaborativas en las que participa con otras personas.
Inicia su formación artística en el Instituto Federico Brandt en Caracas. En 1992, obtiene la licenciatura en Artes Plásticas, mención performance y video, en el San Francisco Art Institute –donde realiza estudios con la escritora Kathy Acker y los artistas Tony Labat y Doug Hall–, y, en 1994, recibe una maestría en Nuevas Tendencias en el Arte Contemporáneo. En 1995, la Fundación Calara le otorga una beca de residencia artística en el International Studio Program del PS1 de Nueva York, un centro de arte asociado al Museo de Arte Moderno –el MoMA– dedicado especialmente al arte contemporáneo. Ahí participa junto a otros 13 artistas internacionales y comienza a desarrollar su proyecto El ojo de…
López trabaja en la transformación de los objetos cotidianos en piezas artísticas con enorme vinculación a las problemáticas sociales de su entorno destacando la participación de la mirada ajena en una obra que es, frecuentemente, colaborativa. Sobre esto escribió el curador Jesús Fuenmayor en el catálogo de su primera individual Esto No es un Martillo (Sala Mendoza, Caracas, 1997): “Resulta indisoluble el gesto artístico de incorporar a otro(s) en forma de colaboración con su obra. (…) Los planteamientos de López se van cruzando con su traducción material en la medida que la obra avanza”.
Durante la década de los 90 participa en distintas colectivas: Press (Galería Diego Rivera, San Francisco Art Institute, 1990), El vestido que me hicieron no me sirvió (Sala Mendoza, Caracas,1990), Full Frontal (New Langton Arts, San Francisco, 1992), La moda (Galería de La Raza, San Francisco, 1992), Pop Life (New Langton Arts, 1993), Paralelo 11 (Museo Alejandro Otero, Caracas, 1993), The One Hour Show y I would like to Paint as the Birds Sing (Galería Diego Rivera, 1993), Índice (Museo Alejandro Otero, Caracas, 1994) con la obra Serial Killa; Video-Arte Hoy (Sala Mendoza, 1995), In the Ruins of the XX Century. PS1 (80 Lafayette, Nueva York), Re-Readymade (Museo Alejandro Otero, 1997), La Invención de la Continuidad (Galería de Arte Nacional, Caracas, 1997), Video-Arte en Latinoamérica (METRONOM, Barcelona, España, 1997), 204 TRANS˃onic (Espacio 204, Caracas, 1997), Norte del Sur: Venezuelan Art Today (Philbrook Museum of Art, Tusla, 1997), y Made in Mexico/Made in Venezuela (Art Metropole, Toronto, 1998) (Track16, Los Angeles ,1999). El ojo de… es parte de la colectiva Dumb (Centro de Fotografía Contemporánea, Australia, 1998). En 2005, la obra Desaparecida es parte de la colectiva Jump Cuts, exposición de la colección del Banco Mercantil en la Americas Society (Nueva York), la muestra más grande de arte contemporáneo venezolano de la década.
En 1992 recibe el Premio para Estudiantes (San Francisco Art Institute) con su video Escenas. Participa en el I Salón Pirelli (Museo de Arte Contemporáneo de Caracas) con Quescultura, y en el II Salón Pirelli con Entre rodillas; en el XIX Salón Nacional de Arte de Aragua, en la IV Bienal Nacional de Arte de Guayana y en la VII Edición del Premio Eugenio Mendoza donde recibe el primer reconocimiento en 1994 con el tapiz Muchacha. En 2002 expone su segunda muestra individual Podos (Galería Alternativa, Caracas).
En 2007 participa en Caracas en ID Performance con ¿A qué le tienes miedo?, y en Periférico Caracas (Los Galpones) con Pintura de acción en dos tiempos. En ambas piezas colabora con el grupo de danza Tránsito, bailarines de movilidad reducida.
Su preocupación por el difícil contexto venezolano ha impactado su obra tanto como su actividad profesional como gestora cultural. En 1997 funda el “Espacio Local” para la promoción de artistas emergentes, que pasó a llamarse en 1998 Laboratorio de Arte Contemporáneo. Entre 2006 y 2013 fue la directora de cultura del municipio Chacao en Caracas con un programa enfocado a eventos que resaltaran la identidad local, así como la recuperación de los espacios públicos. Desde su cargo promovió la creación del Centro Cultural Chacao, la construcción de la biblioteca pública Los Palos Grandes y del Teatro Chacao. Al finalizar su gestión recibió el Premio de la Critica AICA en el 2013.
En 2014 publica Claves Urbanas donde detalla su actividad como gestora a través de la exposición de la realidad urbana y los retos que la ciudad de Caracas ofrece a la cultura. En 2018 es la curadora del libro Arte tras las rejas que escribe con Carlos Javier Arencibia y muestra pinturas y dibujos realizados por presos políticos venezolanos.
Desde 2013 dirige el Archivo Fotografía Urbana y en 2019 participó en la colectiva Hacia una historia de la mirada. El retrato en la colección Archivo Fotografía Urbana organizado por esta institución en la Sala Mendoza de Caracas.
Publica en 2021 el fotolibro El ojo de… resultado de un proyecto que ha trabajado a lo largo de su carrera. Según Alejandro Castro “es un complejo dispositivo de enunciación cuya novedad consiste en haber cedido a cuatro niños, no la cámara, sino el ojo, reformulando dramáticamente la pregunta por la subjetividad infantil, por el placer de mirar y por lo que es digno de ser estudiado, exhibido y archivado durante veinticinco años”. Esta serie forma parte de la colección custodiada por el Archivo Fotografía Urbana y, en 2022, se expone en Galería Carmen Araujo, Hacienda La Trinidad, Caracas.