Recordando a la poeta y dramaturga Elizabeth Schön y a su esposo Alfredo Cortina, fotógrafo y hombre de radio, el escritor y periodista José Pulido comparte unas líneas que escribió en honor a la poeta en 1989, recordando los días que pasaron juntos. Desde el Archivo Fotografía Urbana reproducimos lo publicado por el escritor en sus redes el pasado 12 de febrero.
Un poema que le escribí a la poeta Elizabeth Schön en 1989. A veces pasábamos horas en su casa y bebíamos jugo de granada o café. Y ella recordaba a su esposo y hablaba con cariño inmenso sobre sus amigas y sus amigos. Su poesía florecía a cada rato. La fotografía es de Alfredo Cortina y forma parte de la obra que ha revelado al mundo el Archivo de Fotografía Urbana
Esta mañana escuchaba a Elizabeth
Toda voz es breve en la palabra eternidad
Pero la de ella se quedaba ensayando un néctar
con la procesión de los segundos
uno pensaba: así es como se endulzan las cayenas
porque ella no estaba aferrada al tiempo
su mente sobrevolaba cerros y jardines
se convertía en garza solitaria
y se iba para las lagunas atónitas de ensueño
que se llamaban ojos
Ella estiraba suavemente la palabra eternidad
sin apurarse mucho
con una lentitud que se iba transformando
en blancura de luna esparcida en sus brazos
su voz se disparaba como un fuego artificial
hacia la techumbre del ayer
y quedaba un regusto, una fragilidad pendiente
un paseo por la playa de cuando tenía quince años
Sus ojos de topacio ejercían la sonrisa
si hablábamos del tiempo
El cuerpo se hundía en las esperanzas adormecidas de un sillón
aletargado en un murmullo de cojines
La bondad con que surgían sus palabras
apaciguaba a la fiera adjunta de la realidad
y estoy casi seguro de que las plantas hablaban con ella
Bueno: al menos había un limonero que le decía cosas
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Pueden leer acá «Elizabeth» y «Elizabeth Schön», las anteriores publicaciones del autor.
Post original publicado en la cuenta de Instagram del autor el 12 de febrero de 2021.