La Asociación Civil Producciones Senderos realiza este año, una vez más, un calendario dedicado a resaltar los logros en la historia democrática venezolana. Continuando su alianza al Archivo Fotografía Urbana, junto otros archivos familiares y particulares, hacen honor a la memoria del país a través de las fotografías, en este caso, de las mujeres emblemáticas, referentes en educación, música, artes, letras; a aquellas que lucharon por el sufragio universal en 1947, a las “anónimas” pero nunca más invisibilizadas, que salen día a día a velar por sus derechos, por los de sus hijos y por los de su país.
… “la voz de las mujeres comienza a escucharse y sus luchas a convertirse en un movimiento social con aspiraciones definidas y con logros efectivos e irreversibles en la mayor parte del mundo occidental”.
Inés Quintero. Mirar tras la ventana
Poemas, pinturas, retratos y cantares con rostros y nombres de mujer abundan en la historia de la humanidad, en tanto vírgenes o pecadoras; esposas, madres, amantes, luchadoras, campesinas, mártires; las mujeres son nombradas en los textos de historia universal, sin embargo, sus luchas, reconocimientos e historiografía son asuntos del siglo XX.
Hasta entonces, las mujeres quedaban relegadas, salvo excepciones, al ámbito de lo privado, y para vencer este espacio debían nacer o hacerse reinas, emperatrices, poseer dignidades colosales de santidad o ser dueñas de las virtudes de la seducción; salvar las vidas y/o las obras de los grandes hombres, ser capaces de sacrificios sin límites; pero las mujeres comunes eran invisibles y silenciosas: sus nombres debían llevar apellidos que las validaran; sus ganancias económicas, siempre menores; sus favores, requeridos o robados para permitírseles su existencia en lo público. La visibilidad, el nombre propio, las letras, el triunfo del género sobre el sexo, el posicionamiento en el terreno público, su emancipación tiene el siglo XX como encuadre y aun el XXI tiene sus deudas con las mujeres.
Hasta hace pocos años, los derechos civiles de las mujeres no habían sido reconocidos por los Estados y en muchos casos eran consideradas como “menores de edad” frente a la ley; no estudiaban en las mismas aulas que los varones; los oficios, permitidos o bien vistos, pasaban por la reproducción en la calle de los quehaceres del hogar: cocinar, cuidar enfermos y niños, lavar, planchar… Pero el relato cambia después de la segunda mitad del s. XX con la conquista de derechos fundamentales, como la educación igualitaria, el derecho a elegir y ser elegidas, grandes hitos, junto al tremendo impacto que constituyó el descubrimiento de la píldora anticonceptiva que permitió mayor libertad para ejercer la sexualidad, y planificar las familias.
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En el tempranero siglo XX venezolano, asociaciones como la Agrupación Cultural Femenina, los Ateneos, la Asociación Venezolana de Mujeres, Acción Femenina, organizan conciertos, tertulias, congresos, detrás de las cuales se expresan movimientos igualitarios y sufragistas, al tiempo de que se fomentan discusiones sobre temas que dan contexto al cambio que se está generando: el matrimonio, los hijos legítimos e ilegítimos, mejoras en los salarios, ejercicio de la patria potestad de los hijos, etc.
En 1945 la Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948), presidida por Rómulo Betancourt, decreta la elección de una Asamblea Constituyente, para la cual fueron electas 15 mujeres. La Constitución de 1947 dejó establecido finalmente: “Son electores todos los venezolanos, hombres y mujeres, mayores de 18 años”. De allí en adelante, las luchas no han cesado, las conquistas tampoco.
A esas mujeres emblemáticas de nuestro país, referentes en educación, música, política, artes, letras y a las “anónimas” pero nunca más invisibilizadas, que salen invariablemente cada día a luchar por sus derechos, por los de sus hijos, por los de su país, dedicamos nuestro calendario 2019, Mujeres icónicas. Venezuela siglo XX.
Las imágenes han sido prestadas para su uso por el Archivo de Fotografía Urbana, con apoyo de archivos particulares y familiares. El concepto y la edición estuvieron a cargo de la Asociación Civil Producciones Senderos de Álvaro Pérez Betancourt y Claudia González Gamboa.
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