Estos tres hombres estuvieron entre las veinte personas más conocidas de su tiempo: el siglo XX de Venezuela. Y muy probablemente estaban entre los diez más respetados y apreciados. No es cosa fácil, pues todos provienen de áreas no s+olo muy competidas sino donde las reputaciones son mercuriales: movedizas, inestables, quebradizas.
En el extremo izquierdo está el ingeniero Mario Mauriello Ricci, funcionario público durante varias décadas. En el centro, el político Gonzalo Barrios, una de las figuras más prominentes de Acción Democrática. Y en el extremo izquierdo, el periodista Francisco Edmundo —”El Gordo”— Pérez, una leyenda en la prensa venezolana y personaje de riquísimas aristas.
Mauriello y Gonzalo Barrios fueron íntimos amigos. Tanto que en las transcripciones de los programas de Carlos Rangel y Sofía Imber podemos leer que, al recibir a Mauriello, los entrevistadores le preguntaron por Barrios, algo totalmente inusual. Y Mauriello les responde con bromas que intentan explicar por qué el famoso adeco no lo acompaña esa mañana.
Es como si hubieran sido gemelos.
Ya en futuras entregas de esta sección trataremos a cada personalidad por separado, así que de antemano advertimos que agradeceremos cualquier información que los lectores puedan aportarnos sobre esta imagen y la circunstancia que capta, así como sobre las personalidades retratadas.
No sabemos en qué día ni en qué año fue tomada esta instantánea, una joya del Archivo Fotografía Urbana. Tampoco sabemos dónde ni quien la tomó. Sabemos que no fue el maestro José Sardá, quien fue durante cuarenta años fotógrafo de El Nacional, donde también hizo “El Gordo” Pérez su brillante carrera. Al ser consultado al respecto, Sardá suspiró: “No. No es mía… ¡pero ojalá lo fuera!”.
Efectivamente, esta foto tiene un gran poder de atracción. La mirada de Mauriello, un auténtico prodigio pues logra abarcar las humanidades de los otros dos, crea una especie de crisálida de inteligencia que envuelve la escena. Es el único que no mira a la cámara. Gonzalo Barrios contempla al fotógrafo con el aire magnánimo de quien no espera sino amabilidad y consecuencia. “El Gordo” Pérez, en cambio, se ha pasado la vida pegado a un lente, así que contiene la respiración mientras el tabaco cuelga de su boca relajada pero a la expectativa. Es como si estuviera midiendo al pobre colega que se le ha plantado delante a ejercer un oficio donde “El Gordo” es rey.
El periodista Omar Pérez, conocido como “El Compañerito”, entrevistado a sus 91 años dijo al primer momento que esta foto podía haber sido tomada en La Rinconada, pues Mauriello fue presidente del Instituto Nacional de Hipódromos entre 1974 y 79, pero “El Gordo” Pérez murió precisamente en enero de 1974, tres meses antes de cumplir 54 años.
La periodista Mariahé Pabón propone que la foto pudo ser tomada en la sede Venezolana de Televisión, cuyo primer presidente —de 1964 a 1968— fue “El Gordo” Pérez. Esta posibilidad encuentra apoyo en el periodista Leslie Piña-Daza, quien apunta que: “en el primer piso de VTV hay un microcine con características muy parecidas a las de la foto. El Estudio 1 también tiene ese tipo de butacas, porque allí era donde grababan programas como los de Renny Ottolina y espectáculos como La Gran Revista del Jueves y la lucha libre, que se hacían con público en el estudio”. Agrega Piña-Daza que “El Gordo” Pérez “fue el director por excelencia de los programas donde intervenía el doctor Barrios. Incluso, es muy rico el anecdotario de esas grabaciones”.
Gonzalo Barrios Bustillos nació en Acarigua, 10 de enero de 1902. Mauriello, en Tovar, en 1923. Y Pérez en Caracas, el 15 de abril de 1920.
Sabemos que el ingeniero no aceptó cargos durante el gobierno de Raúl Leoni (1964-1969), por razones que expondremos en la próxima entrega. Gonzalo Barrios, miembro fundador de Acción Democrática, había formado parte del aquel gobierno como Ministro de Relaciones Interiores, pero pronto se retiró para asumir la Secretaría General del partido del cual sería candidato presidencial en 1968. Es posible, pues, que este día, “El Gordo” Pérez sea el anfitrión de los otros dos. También que Gonzalo Barrios haya ido a participar como entrevistado en VTV, a propósito de las elecciones, y Mauriello sea su acompañante, como a Sofía Imber le parecía tan natural cuando la noticia era el de Tovar y ella le preguntaba por dónde andaba el de Acarigua.
También es posible que los dos adecos vinieran de dar un pésame, algo que se colige por lo negro de las corbatas. O de ver una carrera de caballos en el hipódromo, donde abundan los limpiabotas que con estos probaron su diligencia. En cualquier caso, la ocasión mereció la presencia de un fotógrafo cuya identidad merecemos conocer.