La primera luz
es una fiera –gris–.
Tocorón-tocorón,
viene la tropa
la sangre fosca
de las 5am.
Llegó la tropa en el polvo
se apearon de los caballos,
fui una sombra en el portón
cuando por mí preguntaron.
Era el coronel:
Amenodoro Sandoval:
quien comandó el fusilamiento
un Día de Corpus.
No había hombre ni caballo
que se le parara delante.
Ordenaba…
¡Baile
baile
baile!:
y yo no bailo
Soñé con islas rocosas
asoladas por el mar
el delirio de unos barcos
encallados en la orilla
oí decir que la vida
era la aguada de una letra
que no perdura
También soñé
con un carrete de tickets
donde estaba escrito:
Casa de Gallos Los Marañones
Era una casa
con talante románico.
Llegué a un puerto
y allí me regalaron una barcaza
de cien quintales
y cuatro bogas.
Son cosas
que olvidaré:
saltanejas
y cañaotes.
¡Vamos, vamos!…
tras el oro que Saturno oculta.
Lea también el post en Prodavinci.