Primer fracaso novelístico

Fecha de publicación: junio 8, 2023

Siempre tuve detrás

al Demonio de la Soledad.

Llegué a sentir horror

frente a sus máscaras

y salía de mi habitación

a caminar una calle

trazando un círculo

de seis kilómetros.

Cierta vez, encontré

un matero de cemento

donde crecía un ficus

con sus ramas y raíces.

El matero, demasiado estrecho

rebosaba de colillas de cigarros

       y vasos

de papel encerado.

Luego, desfallecido

regresaba al apartamento

para conciliar el sueño:

nada que hacer, nada que hacer.

A la mañana siguiente,

en el cuarto del ropero

interpelé al Demonio

       en voz alta:

‒¡Aparécete entonces!

‒¡Negro, hablemos de una vez!

Mas no ocurrió nada.

Mis camisas y pantalones

permanecieron arrugados

       en silencio.

Pensaba que entre sombras

lo sobrenatural debía revelarse.

Algunas noches llegué a soñar

que desde gran altura

era lanzado contra las azoteas

de la ciudad, y escuálido

pendía de los cables

de los postes de la luz.

Abajo entre callejones

       maullaba

       una multitud

de gatos negros.

El mencionado Demonio

resultó ser un ángel sin alas,

y en aquellos muñones suyos

solo quedaban clavos oxidados.

Al día siguiente continué

       con las sesiones

de análisis freudiano

a cargo del anciano Túrman.

Discutíamos con empeño rabioso

       los términos

de alguna estrategia

que le pusiera fin a esta ansiedad.

Suspiraba por adentrarme

en los Desiertos del Sur

para vivir lo que creía

       un «duelo» necesario.

Túrman mordía sus labios delgados

o enseñaba el interior de una boca

inmunda, con muelas cariadas

y coronas de reyes destronados:

‒No puedo entender cómo quieres acercarte

a esa desértica naturaleza recurriendo a las astucias

       de lo urbano…

Túrman era un hombre ¡verdaderamente intratable!

Me tomé la última lata de cerveza

que había llevado a la consulta

y me despedí de su aliño siquiátrico

cerrando la reja del edificio:

       OFIR

       De todas maneras,

en mi mente se barajaban,

se habían trepado unas cuantas ideas

y estaba resuelto a ponerlas en práctica…

***

***

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