Valencia, estado Carabobo, Venezuela, 08 de marzo de 1903 – Caracas, Venezuela, 25 de febrero de 1988.
Alfredo Cortina tuvo una revelación tardía como fotógrafo en el universo del arte contemporáneo venezolano. El principal trabajo de investigación por el que se le recuerda tiene que ver con los avances y los aportes en la fundación de la radiodifusión moderna. Precisamente en la radio resalta durante el siglo XX como pionero en Venezuela. Guionista de radio y televisión, Cortina escribió radionovelas, programas culturales, adaptaciones de historias infantiles, series de ficción y telenovelas, además de dramas y comedias para teatro. A lo largo de su vida fue parte de un grupo de intelectuales y artistas de la vanguardia venezolana, incluida su esposa, la poeta Elizabeth Schön, las hermanas Ida y Elsa Gramcko (poeta y pintora respectivamente), Carlos Puche (pionero de la fotografía moderna en Venezuela) y el filósofo Ernesto Mayz Vallenilla.
El talento creativo y polifacético de Cortina se descubrió también en la fotografía, a la que se dedicó con ahínco, coleccionando con su cámara paisajes y lugares de la Caracas premoderna y cambiante, así como composiciones inusuales de naturalezas muertas, puestas en escena, o bien la reconstrucción de extraños personajes.
También hizo cine e inventó y transformó numerosos objetos increíbles que despertaban curiosidad y admiración, como relojes y originales joyas que fabricaba para su esposa, Schön, también dramaturga.
Al final de su vida Cortina concedió muchas entrevistas para hablar de sus invenciones y de la ciudad que conoció. Entre sus libros destacan: Caracas, la ciudad que se nos fue (1976) y la Historia de la Radio en Venezuela, publicado en 1995 por la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte).
En el año 2008 el Archivo Fotografía Urbana adquirió su archivo, compuesto principalmente por imágenes, álbumes, negativos de vidrios, impresiones vintage, transparencias, objetos, plumillas y las ya mencionadas invenciones realizadas por el autor, entre ellas relojes. En el año 2012 el fotógrafo y curador Vasco Szinetar realizó una muestra de su obra fotográfica, hasta entonces desconocida, en la 30ª Bienal de São Paulo (Brasil), de la mano del curador e investigador de arte Luis Pérez-Oramas. Posteriormente, el Museo de Arte Moderno de Nueva York presentó una serie de sus fotografías en la exposición Recent Acquisitions from The Museum of Modern Art of New York, durante la celebración de París Photo en el Grand Palais de París.
En el año 2015, la Sala Mendoza, en Caracas presentó la exposición Alfredo Cortina. Fotografías, que luego se trasladó al Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maracaibo). Ambas muestras con la curaduría de Vasco Szinetar.
En alianza con el Archivo Fotografía Urbana, La Fabrica publica en el 2016 Alfredo Cortina. Fotografías (Colección PHotoBolsillo, Biblioteca de autores latinoamericanos). El libro recoge una selección de sus fotografías. Cuenta con la curaduría y los textos de Ariel Jiménez, así como de Luis Pérez-Oramas, quien hace la siguiente valoración crítica:
«Alfredo Cortina sólo construyó un archivo, nada más y nada menos como August Sander, pero a diferencia de aquel dramático repertorio de todos los habitantes de un mismo mundo, éste de Cortina es el archivo incesante de un solo habitante, y muchos mundos. Alfredo Cortina construyó un sistema de imágenes quizás porque era consciente, como diría Villem Flusser, que ‘lo incomparable es incomprensible’, que solo en su diferencia con otras imágenes pueden las imágenes llegar a significar algo. Estaba con ello Cortina, sin saberlo explícitamente, imbuido de una modernidad que iba más allá de lo moderno, de una modernidad capaz de abrirse campo más allá de sus propias contradicciones».
Al cronista que escribía sobre el desvanecimiento de una ciudad rural que daba paso a la metropoli, o que trataba de preservar los caseríos que se iban derrumando para darle paso a la modernidad, no le bastaron las palabras para dejar su testimonio. Sus paseos junto a su esposa inmortalizaron el paisaje venezolano, así como se detuvo meticulosamente en las esquinas para sostener el pasado. Pero ese testimonio sólo tuvo un reconocimiento póstumo, cuando las ideas del fotógrafo se perpetuaron en la imagen. Una colección que promete nuevas narrativas.
En 2018, la galería Henrique Faría de New York, de la mano del Archivo Fotografía Urbana, organizó la primera individual del fotógrafo en los Estados Unidos, titulada An atlas for Elizabeth. Ya la obra de Cortina adquiere reconocimiento internacional y forma parte de las colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid y del MoMA, en Nueva York. En Venezuela, algunas fotografías fueron publicadas por El Nacional, un conjunto de obras se conservan en la Biblioteca Nacional, y la colección más importante, más de 7.000 negativos, se encuentran en El Archivo.
S/t. Nueva York, Estados Unidos, ca. 1955: Alfredo Cortina © Archivo Fotografía Urbana



Les invitamos a conocer más sobre el autor en los siguientes enlaces:
- Jiménez, Ariel. (2016). Alfredo Cortina. Una mirada informada.
- Jiménez, Lucía. (2017). Alfredo Cortina, desde lo anónimo a la inmortalidad.
- Jiménez, Lucía. (2018). «Alfredo Cortina: Un Atlas para Elizabeth» llega a Nueva York.
- Olalquiaga, Celeste. (2018). Casi un país: Los paisajes desolados de Alfredo Cortina y Elizabeth Schön.
También les invitamos a revisar una selección de sus imágenes en nuestro Fondo Digital: