Gorizia, Italia, 31 de julio de 1924 – Caracas, Venezuela, 30 de noviembre de 2019
Graziano Gasparini llega por primera vez a Venezuela en 1948, durante el gobierno del presidente Rómulo Gallegos. Graduado del Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia y formado en dibujo y pintura, trabajó entre 1945 y 1948 en la restauración de los pabellones de la Bienal de Venecia. Al finalizar las obras, Gasparini viajó por Curazao, Venezuela y Colombia con la intención de invitar a estos países a la próxima edición de la Bienal en 1950.
En 1949, a los 24 años, se instala definitivamente en Venezuela. Junto a su trabajo como arquitecto, comienza a recorrer el país, conociendo y registrando fotográficamente el patrimonio arquitectónico de la nación, hasta entonces bastante ignorado y subestimado por los intelectuales y académicos de la época.
Antes de emigrar de Italia recibe de su padre una cámara Leica y rápidamente se convierte en un aficionado de la fotografía, aprendiendo por su cuenta y llevando su formación como arquitecto y pintor a este nuevo lenguaje.
En Venezuela se convierte en colaborador de las revistas Shell y El Farol, donde publica sus primeras crónicas de arquitectura, acompañadas con sus fotografías. En 1950 visita la población de El Tocuyo, en el estado Lara, tras el terremoto que la destruyó; Gasparini realizará fotografías de las ruinas y asesorará en el proceso de restauración de los edificios. Empieza así una ardua labor de investigación y restauración de monumentos que en los años sesenta le valdrá el reconocimiento de la Unesco y le llevará a restaurar edificaciones en otros países de América Latina como Colombia, Paraguay, Perú, Bolivia y México.
Templos coloniales de Venezuela (1959) marca el inicio de una vasta producción editorial que incluye libros de arquitectura y urbanismo, colaboraciones fotográficas en trabajos de investigación, ensayos visuales y fotolibros, así como diversos ensayos y artículos publicados en distintos medios. Es de resaltar su relación con Armitano Editores, editorial especializada en libros sobre arte, ciencia y cultura, con la que publicó varios títulos.
Estas publicaciones, hitos fundacionales de la historiografía de la arquitectura en Venezuela, son extensos trabajos de investigación y registro acompañados de sus levantamientos y planos de los edificios, así como de fotografías de los mismos realizadas por Gasparini.
En 1958 es invitado por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva para formar parte de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, donde se desempeñará como docente hasta 1980. Durante su larga labor como educador Gasparini fundará el Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas (1963), cuyo boletín será una publicación de referencia obligatoria para estudiantes y profesores de arquitectura a nivel internacional; varias de sus fotografías aparecerán en las ediciones de este órgano divulgativo.
En 1995 es reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura y recibirá dos Doctorados Honoris Causa: por parte de la UCV en el año 2009 y por parte de la Universidad Experimental del Táchira en el 2017.
Será también el arquitecto residente de la Villa Planchart, en Caracas (1954-1957), investigador invitado del Getty Museum para History of Art and the Humanities, en Santa Mónica, California (1993); becario de la Fundación John Simon Guggenheim para el proyecto Arquitectura indígena de Venezuela (1987), ocupó la Beinecke-Reever Distinguished Chair in Historc Preservation en la Universidad de Florida (1996-1997) y fue miembro de número de la Academia Nacional de la Historia desde 1961.
Su labor como restaurador lo llevó a presidir en dos ocasiones la Dirección de Patrimonio Histórico, Artístico y Ambiental del CONAC (1974-1982 y 1989-1993), y fue parte del grupo de expertos en redactar la actual Ley de Patrimonio Cultural (1995).
El trabajo de Gasparini se extendió a lo largo de 70 años y dejó como testimonio unos 250 monumentos restaurados, 61 libros publicados, un libro por editar y una gran cantidad de artículos en periódicos y revistas especializadas, así como ponencias en diferentes congresos de investigación. Estos trabajos usualmente fueron acompañados de sus fotografías.
Su trabajo fotográfico ha quedado registrado tanto en sus trabajos históricos y de investigación, como en los fotolibros Muros de Venezuela (1967), Color Natural (1969), ¡Qué de Recuerdos de Venezuela! (1970), Alturas de Macchu Picchu (1972) y 2 x Gasparini. Dos miradas a la arquitectura venezolana, junto a su hermano el fotógrafo Paolo Gasparini (2010). Su mirada documental, muy atenta al detalle y a la composición ha establecido un canon y es un referente importante para estudiar la fotografía de arquitectura en Venezuela.
Expuso sus trabajos de fotografía y pintura en múltiples ocasiones. En 1955 exhibe sus fotografías de manera individual en la muestra Arquitectura religiosa colonial de Venezuela, en el Museo de Bellas Artes de Caracas, la cual es montada nuevamente en los espacios de la Facultad de Arquitectura de la UCV en 1961. Participó también varias muestras colectivas, entre las que resaltan: Venezuela 1498-1810, en el MBA (1965), donde ejerció como curador y exhibió también una selección de sus fotografías de arquitectura; Patrimonio Cultural. Umbral de Integración junto a Ramón Paolini en la Corporación Andina de Fomento (1996); 2 x Gasparini. Dos miradas a la arquitectura venezolana (2010) y Las Italias de Caracas, ambas en la Sala TAC (2012).
La gran pasión de Gasparini fue el estudio de la arquitectura y la defensa del patrimonio. Por esta razón su copioso trabajo como creador visual se encuentra vinculado a su labor investigativa. María Teresa Boulton en un artículo para El Nacional, tras la muerte de Gasparini, lo define muy bien: “A pesar de que no se dedicó a la fotografía como profesión, es indudable que poseía un manejo extenso sobre este quehacer. No fue su manera de expresarse particular, pero fue fundamental hacer que estas fotografías ayudaran imaginativamente a los lectores de sus libros”.
Graziano Gasparini falleció en la ciudad de Caracas, el 30 de noviembre de 2019.
Su obra se encuentra en grandes colecciones como las del Museo de Múnich, el Museo de São Paulo y el Museo Reina Sofía, así como en el Museo de Bellas Artes y la Galería de Arte Nacional, en Caracas. El Archivo Fotografía Urbana atesora en su colección un cuerpo de fotografías en blanco y negro, así como una selección de los libros del autor en su biblioteca.
En Graziano Gasparini y la manera ineludiblemente moderna de mirar, escribe Manuel Vásquez Ortega: “(…) las fotografías, libros y estudios de Graziano Gasparini se hacen de algo más que mostrar un hecho construido, para convertirse en las posibilidades de la historia misma: preservar el pasado o vaticinar el porvenir”.