Aracataca, Colombia 1917 – Bogotá, Colombia, 1998.
El fotógrafo colombiano Leo Matiz nació el 1 de abril de 1917 en el municipio de Arataca (en Magdalena). Es egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Bogotá y realizó estudios de fotografía en el taller de Luis B. Ramos.
Matiz fue caricaturista, pintor, cinematógrafo, galerista y fundador de periódicos. En 1951 estuvo encargado de la primera exhibición de pinturas de Fernando Botero en su país natal. Fue un trotamundos: vivió en Colombia, México y Venezuela. Pasó largas temporadas en distintos países del mundo, registrando grandes acontecimientos de la historia contemporánea. Su nombre destaca como uno de los más importantes en la fotografía del siglo XX.
Desde 1937 figura como ilustrador y fotógrafo de El Tiempo de Bogotá. Durante los primeros años de su carrera se vincula con las revistas colombianas Santafé, Folletón, Estampa y con el diario El Espectador. Entre los años 40 y 50 trabajó para publicaciones norteamericanas como Life, Norte, Harper Magazine, Look, Selecciones del Reader’s Digest y para la revista Así de México.
En 1945 recibe el reconocimiento de la prensa mexicana como el Mejor Reportero Gráfico del año por sus imágenes de enorme contenido social e innovador estilo fotográfico. Trabajó para las Naciones Unidas cubriendo los acuerdos de paz del conflicto árabe-israelí. Sus imágenes fueron expuestas en 1949 en Nueva York y le garantizan un puesto entre los 10 mejores fotógrafos del mundo.
Llega a Venezuela en la década de los 50. Trabaja junto al editor y político Plinio Mendoza Neira en la sección gráfica Así es Caracas con imágenes sobre el desarrollo urbano de la capital. Colabora en la revista Momento, junto a Plinio Apuleyo Mendoza y su compatriota Gabriel García Márquez. Con ambos realiza la cobertura de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
A partir de entonces se vincula a diferentes publicaciones venezolanas como uno de los reporteros gráficos más importantes del país. Participa en Élite, El Agricultor Venezolano, Páginas de Venezuela, Séptimo día del diario El Nacional, Venezuela Ahora y Venezuela al Día, entre muchas otras. Trabaja también como el fotógrafo oficial del Palacio de Miraflores durante la presidencia de Rómulo Betancourt en 1961. También hace lo propio como fotógrafo de rodaje de varias películas venezolanas, entre ellas La quema de Judas y El Pez que fuma, dirigidas por Román Chalbaud.
Luego de su participación en distintas exposiciones en Colombia y otros países, durante la década de los 80, el Museo de Arte Moderno de Bogotá realiza -en 1988- una retrospectiva en homenaje a los 50 años de su obra. Al año siguiente se exhibe también una retrospectiva en Venezuela titulada Leo Matiz, el perseguidor de la belleza en la Sala Margot Benacerraf del Ateneo de Caracas. En 1995 recibió el premio Horus Sicof en Milano -Italia- y el título de Chevalier des arts et lettres (Caballero en la Orden de las Artes y las Letras) en Francia. En 1997 fue condecorado en Italia como el Filo d’Argento (Hijo de Plata) y en 1998 el Ministerio de Cultura en Colombia hizo un tributo a su importante legado.
Murió el 24 de octubre de 1998 en Bogotá. Un año antes había publicado en México el libro Los Hombres del Campo. Su obra dejó en Venezuela un importante registro de cómo nuestro país se abrió paso en las puertas de la modernidad y tomó el camino de radicales cambios, no solo de nuestra fisonomía urbana, si no de los grandes movimientos sociales que marcaron los primeros años de la democracia venezolana. Una buena parte de su legado se resguarda en el Archivo Fotografía Urbana y una selección de su obra forma parte de la colección del MoMA, en Nueva York.
Sobre el fotógrafo dice Miguel Ángel Flórez Góngora en su texto «Los mundos visibles de Leo Matiz»: «Sus inspiradas composiciones abstractas representan no sólo un testimonio que como huellas caprichosas y extravagantes nos ha legado el mito del progreso y la civilización, sino también una experiencia estética perdurable en el tiempo» (Leo Matiz, el sentido de lo moderno. Fundación Previsora. Caracas, 2007).